El invierno se va, llega el verano  y con él, el cambio de armario. Llega el momento en que abandonamos los abrigos  y  jerseis para dar paso a  los vestidos vaporosos.  Es ahora cuando más nos damos cuenta de lo que el invierno nos ha dejado y cómo ha afectado a nuestra figura. Puede que sean unos  cuantos kilos de más o solo un michelin no deseado. Pero no desesperemos, a pesar de la crisis, ¡todo tiene solución!
¿Qué podemos hacer? Si hemos cogido unos cuantos kilos, hemos de aprender a comer bien y a hacer una dieta saludable. Con ella  no solo nos sentiremos mejor y superaremos la astenia primaveral  sino que  empezaremos a bajar de peso  y a estar a un paso más  cercano  de nuestro objetivo primordial: ¡el gustarnos a nosotras mismas! Una vez que hemos empezado a bajar de peso será el momento de ponernos en manos de profesionales que nos ayuden a esculpir esa figura que tanto nos gustaría tener.
La medicina estética nos oferta un amplio abanico de posibilidades: mesoterapias, lipoesculturas, lipoláser, cavitación, intralipoterapia, … ect y la más nueva y revolucionaria de ellas, la criolipolisis  
La criolipolisis consiste en un enfriamiento no invasivo del tejido adiposo para inducir la lipolisis – la ruptura de las células de grasa – y reducir así la grasa  corporal sin dañar otros tejidos. Los principios científicos de la Criolipolisis fueron descubiertos por los dermatólogos Dieter Manstein, MD y Rox Anderson, MD, del centro de Wellman Photomedicine en el Hospital General de Massachusetts en Boston, centro afiliado a la  enseñanza de Harvard Medical School.
Los doctores Manstein y Anderson, junto con su equipo, realizaron una investigación que demostró que  bajo condiciones cuidadosamente controladas, las células de grasa subcutáneas son naturalmente más vulnerables a los efectos del frío que otros tejidos circundantes. Su trabajo inicial, publicado en Lasers in Surgery and Medicine en noviembre de 2008,  mostró:

La exposición al frío a través de la extracción de energía provoca apoptosis en células de grasa – una muerte controlada y natural de las células, que conduce a la liberación de las citoquinas y otros mediadores inflamatorios que eliminan gradualmente de las células afectadas. Nuestros adipocitos están formados por triglicéridos de los cuales la proporción son:  Ver tabla 1.1

Las células inflamatorias digieren gradualmente las células afectadas de grasa durante los meses después del procedimiento, reduciendo el espesor de la capa de grasa.
Los lípidos de las células de grasa  se liberan lentamente y son transportados por el sistema linfático para ser procesados y eliminados, al igual que lo hacen  con la grasa de los alimentos.
Basándose en los resultados de la investigación, los investigadores concluyeron que “el enfriamiento local del tejido de forma prolongada y controlado, puede inducir a la reducción selectiva de las células de grasa y como consecuencia, la pérdida de grasa subcutánea, sin dañar la piel adyacente.  Este descubrimiento, llamado “Criolipolisis selectiva”, condujo al desarrollo de la tecnología patentada tras la que se encuentra el procedimiento no invasivo de CoolSculpting ™.
El primer acercamiento a esta técnica tuvo lugar en el último Congreso de la Academia Americana de Dermatología, celebrado el pasado año en San Francisco. Los especialistas que acudieron a esta reunión regresaron a casa hablando de una nueva tecnología que podría romper con el monopolio de la liposucción en el tratamiento de la grasa localizada. Poco después, en el mes de octubre, y en el marco de la XXI Reunión del Grupo Español de Dermatología Cosmética de la AEDV en Logroño, la criolipolisis